Chimbas: Un polvorín de versiones cruzadas (por Julio Turcumán)

Las sorpresas de última hora en cualquier elección son normales. Las operaciones de prensa, los rumores o los candidatos que vuelan de un lado para el otro, también. Además de tener todos esos condimentos ya tradicionales, esta contienda electoral agrega dos más que la hacen mucho más interesante y terrorífica a la vez: el nuevo sistema electoral y el fenómeno de los autoconvocados. El primero tiene a mal traer a los once o doce candidatos a gobernador, quienes trabajan a contra reloj para armar todas las listas que puedan en al menos diez distritos, que es el mínimo que impone la ley para poder competir por el sillón de Sarmiento. El segundo componente tiene especialmente ocupado al oficialismo, como es obvio, pero también deja con problemas para maniobrar al resto de las listas, que no quieren aparecer como fogoneros del conflicto (aunque lo sean) ni desinteresados de él. Todo en un contexto de inflación histórica que provoca un mal humor social con pocos precedentes en la vida reciente de este país.
La oposición y el giojismo intentan aprovechar este mal momento del Gobierno provincial y azuzan por lo bajo con dardos gruesos. Salieron a instalar que Sergio Uñac se bajaba de la postulación y que los autoconvocados habían obligado al Gobernador a postergar las elecciones. En Casa de Gobierno desmienten ambos escenarios. Sí es cierto que el conflicto con empleados estatales por los salarios ocupa más tiempo de la agenda oficial que las elecciones, lo que en materia estrictamente política no es bueno y mucho menos en vísperas del martes 21, cuando expire el tiempo para anotar candidaturas en los frentes. De todas formas las reuniones están a la orden del día: el viernes hubo una con el intendente de Chimbas, Fabián Gramajo, por ejemplo. El jefe comunal había pedido la Vicegobernación al lado de Sergio Uñac y las primeras negociaciones incluyeron esa posibilidad, pero no prosperaron. Luego hubo un par de intentos más y hasta anoche prevalecían las dos versiones: que Gramajo se iba con Gioja y que no lo hacía. En el uñaquismo querían una respuesta urgente del jefe comunal, quien a su vez pretendía obtener más regalías con el correr de las horas. Aseguran que había pedido la primera candidatura a diputado proporcional, la departamental, un lugar en el ejecutivo y hasta la posibilidad de jugar una interna en la elección nacional de este año. No se sabe hasta qué punto el uñaquismo estaba dispuesto a ceder y la posición del chimbero dividía aguas hasta en el entorno del mandatario provincial. Unos pensaban que era importante tenerlo y otros argumentaban que entre Carlos Gómez y Andrés Chanampa podrían amortiguar el daño de una fuga hacia el giojismo. Raro todo, porque parece infantil pensar que Gramajo podría convertir en ganador a Gioja y perdedor a Uñac, ya que el chimbero no tiene casi conocimiento fuera de su territorio y es casi imposible verlo ganador en los tres o cuatro departamentos donde la oposición es fuerte. En respuesta a ese supuesto acuerdo de Gramajo con Gioja, desde el lado del oficialismo cobra fuerza la idea de darle a Cristian Andino la candidatura a Vicegobernador. También pensaban en Marisa López, la ministra de Hacienda, pero a la luz de los últimos acontecimientos con docentes, no sería buena idea. Andino no tiene votos hoy, pero puede crecer y en el uñaquismo lo ven con mejor proyección para 2027.
Dicen que el fenómeno de los autoconvocados está cerca de terminarse porque la sociedad acabará convenciéndose de que el Gobierno no puede comerse la institución gremial y que la decisión de no desordenar la provincia está entendiéndose. Es una carrera contrarreloj. San Juan tiene por delante un desafío muy grande que es el de volver a resolver un problema que casi no tiene antecedentes.
El Gobierno lo hizo, bien o mal, al tener que gobernar con color político distinto al nacional. También debió gestionar una pandemia, algo para lo que no había manuales. Y como si eso fuese poco, debe costear las torpezas de un presidente que no tiene espalda política y que no puede controlar la inflación, histórica por donde se la mire. Y ese es el mayor de los problemas.